Protegido: Comunicación compasiva: Cómo hablar con una persona que padece una enfermedad grave

¿Qué le decimos a una persona con una enfermedad grave? Solemos estar cargados de buenas intenciones, pero de escasa habilidad o sensibilidad sobre cómo comunicarnos con alguien que está pasando un momento de salud delicado, a quien le acaban de realizar un duro diagnóstico que está asimilando o en un caso donde incluso se ha perdido la esperanza. Pensamos, erróneamente, que debemos “animar” y decimos frases como “todo va a ir bien”, “lo vas a superar”, “tú eres muy fuerte”, “tú puedes con todo”, “te vas a curar” o “anímate”. Sin embargo, se trata de acompañar, más que “animar” En muchos casos, afortunadamente, existirá la posibilidad de mejoría e incluso de supervivencia. En cambio, en situaciones en que el pronóstico sea desfavorable, no podemos conocer con certeza si una persona mejorará o incluso si sobrevivirá. Por lo tanto, es desaconsejable utilizar frases que sugieran falsas expectativas, ya que pueden tener un efecto contraproducente y aumentar el sufrimiento de la persona enferma. Es importante ser honestos y respetuosos al comunicarnos, brindando apoyo emocional y compasión sin generar expectativas irrealistas o falsas esperanzas. No es recomendable dar expectativas que no sean realistas Cuando nos encontramos frente a una persona que está enfrentando el dolor y el sufrimiento de una enfermedad grave, la comunicación juega un papel fundamental en su bienestar emocional y mental. Una comunicación empática y compasiva nos ayuda a establecer una conexión más profunda y genuina. Las personas con enfermedades graves, como el cáncer, necesitan, más que ánimos, sentirse acompañadas, valoradas, escuchadas y comprendidas. Cómo mejorar la comunicación con personas que padecen enfermedades graves. Naturalidad, sinceridad y honestidad. Siguen siendo las mismas personas que eran antes del diagnóstico, por lo que la mejor manera de hablar con ellas es… como lo hacíamos antes. Hablar con naturalidad, aceptar que la incertidumbre forma parte del camino, y ofrecer nuestra compañía, un hombro en el que apoyarse y llorar cuando sea necesario. Empatía: Ponerte en el lugar de la persona y tratar de comprender sus sentimientos y experiencias. La empatía nos permite escuchar atentamente, validar sus sentimientos y mostrar una comprensión auténtica de sus experiencias. Al hacerlo, creamos un espacio seguro para que expresen sus preocupaciones, miedos e inquietudes sin sentir juicio ni invalidación. Nuestra disposición a estar presentes y brindar un apoyo incondicional puede influir positivamente en su bienestar emocional y mental. Escucha activa: Escucha con atención, permite los silencios, no interrumpas, muestra interés genuino por la situación por la que está atravesando y dale espacio para que pueda expresar sus pensamientos, emociones y preocupaciones. Sólo estar presente y escuchar puede ser de gran ayuda y ayudarle a comprender, expresar y regular sus emociones. Sensibilidad y respeto: cada persona es única y puede tener diferentes reacciones y necesidades. Respeta su espacio y su ritmo. También resalta la importancia de respetar los deseos de la persona enferma No le quites importancia a la gravedad de la situación o la enfermedad ni la minimices. Evita decir frases como "no te preocupes" o "todo estará bien", ya que pueden invalidar sus sentimientos. No des consejos médicos: A no ser que seas un profesional de la salud, evita dar consejos médicos o sugerir tratamientos alternativos: cada caso es único. No compares: no hables de otros casos con la misma enfermedad, no hay dos diagnósticos iguales y la comparación puede generar miedo y ansiedad. No hables solo de su enfermedad: Es importante recordar que la persona con cáncer tiene otros intereses y preocupaciones además de la enfermedad, así que intenta hablar de otros temas también. No hables solo de ti mismo: Evita hablar solo de ti mismo, ya que no le estarás brindando el espacio para compartir sus miedos, preocupaciones o sentimientos. Deja que fluyan las emociones: permite el llanto, la rabia, el enfado y la tristeza. Apoyo emocional: Brinda palabras de aliento y apoyo emocional. Pregúntale cómo se siente y qué necesita en ese momento. Sé comprensivo y muestra disponibilidad para acompañarle en su proceso. Evita juzgar o hacer suposiciones y muestra compasión en todo momento. Comunicación no verbal: La comunicación va más allá de las palabras. Presta atención a los gestos, expresiones faciales y lenguaje corporal. Transmite calma, afecto y apoyo a través de tus acciones y contacto físico si es apropiado y bienvenido. Respeta su privacidad y confidencialidad. No compartas la información que te ha transmitido en confianza. ¿Compasión o… lástima? Al presenciar el sufrimiento de otra persona, podemos sentir lástima o sentir compasión. Se trata de conceptos diferentes. Sobre la lástima Mientras que sentir pena o lástima nos hace experimentar tristeza, creando una dinámica de víctima, reforzando la idea de incapacidad y favoreciendo cierta sensación de superioridad sobre la persona que sufre (“pobrecito-a”, “qué pena”, “me da lástima”), sentir compasión implica un deseo genuino de aliviar o ayudar a la persona que está sufriendo desde una posición de igualdad, como seres humanos en diferentes circunstancias; la compasión promueve emociones positivas y es originada por el amor (“¿cómo podría ayudar a esta persona?”). Sobre la compasión La palabra "compasión" proviene del latín "compassio", que significa "sufrir junto con" o "sentir con". A lo largo del tiempo, la palabra "compassio" evolucionó al español como "compasión", que se utiliza para expresar un sentimiento de empatía y simpatía hacia el sufrimiento o la dificultad de los demás. La compasión es el antídoto natural del sufrimiento humano - Dalai Lama Comunicación compasiva: Cómo actuar para mostrar empatía y ofrecer apoyo emocional La comunicación compasiva se basa en el respeto, la empatía y la comprensión, tratando de comprender las experiencias y perspectivas de los demás promoviendo la conexión y la armonía en nuestras interacciones con los demás. Implica escuchar activamente, prestando atención a sus emociones y preocupaciones. Validar y reconocer los sentimientos de la otra persona, sin juzgar ni minimizar lo que están experimentando. Ser conscientes del impacto de nuestras palabras y acciones en los demás, expresar nuestras propias ideas y sentimientos de una manera clara y respetuosa, evitando el uso de palabras o tonos que puedan causar daño o generar conflictos. La comunicación compasiva nos ayuda a establecer una conexión genuina con los demás, cultivando un ambiente de confianza y apoyo que busca construir relaciones saludables y contribuir al bienestar emocional de las personas. La compasión es el lenguaje que el corazón utiliza para comunicarse - William Arthur Ward En otro artículo te compartiré las frases que debemos decir y las que debemos evitar. Sigue atenta y recuerda que puedo ayudarte a mejorar tu comunicación.