Neus González

Ejemplos de lenguaje positivo: Colorea tu vida a través de las palabras

Descubre las claves de la comunicación positiva

La comunicación positiva es una forma de enriquecer tu vida utilizando el poder que tienen las palabras para generar entornos de confianza y conexión.

Sería algo así como colorear tu vida con tizas de colores

Somos arquitectos de nuestro lenguaje, construimos nuestros diálogos, discursos, narrativas, felicitaciones, agradecimientos, reclamaciones y críticas, y además diseñamos nuestros sueños, desafíos y metas a través de las palabras. No sólo el lenguaje que empleamos con los demás, sino también el que tiene lugar en nuestro interior, con nosotros mismos.

Sin embargo, poco nos paramos a reflexionar no sólo en lo que decimos, sino en cómo lo decimos y lo más importante: ¿podría haberse dicho de otra forma? Es por ello que en un anterior artículo hablo de la asertividad, el comunicar sin dañar a los demás.

Somos responsables de lo que decimos. Y de cómo lo decimos.

Para mí el lenguaje positivo es comunicar con amor, comunicar desde el amor. Aunque el mensaje sea difícil, aunque sea una conversación incómoda. Comunicar para expresar, conectar, compartir, crecer y también para soñar.

¿Es posible comunicar de manera amable desacuerdos?

Sí, es posible. Y es precisamente en esas situaciones complejas en que pueda haber diferencias o conflictos es cuando más necesaria se hace la comunicación positiva.

Hasta hace muy poco no se sabía, pero la forma en que hablas influye no sólo en tus relaciones sino también en tu salud, en tu sistema inmunológico, en tu rendimiento, en tu productividad, en tu éxito. Las palabras pueden ser un motor, pero también puede robarte tu energía vital. Y esa energía es uno de los más valiosos recursos que tenemos.

Simplemente con escuchar a alguien hablar podríamos “predecir” la calidad de sus relaciones y su éxito profesional.

La queja continuada y la crítica van unidas a la insatisfacción, a la desesperanza y al victimismo, y así se cierran muchas puertas. La de la creatividad, la del crecimiento y, por tanto, al éxito.

Rodéate de personas que hablen de ideas, de proyectos y sueños.

Las palabras que utilizas y tu manera de comunicar influyen en tu vida personal y profesional. ¿Cómo hablan las personas que admiras? ¿Qué palabras utilizan? ¿Qué emociones te evocan con sus discursos? El éxito va acompañado de una comunicación positiva. Hay estudios que demuestran que a mayor positividad en las conversaciones mayor productividad en el equipo.

A mayor calidad en el lenguaje, más salud y calidad de vida.

¿Qué es hablar en positivo?

Hablar en positivo es ser conscientes de nuestra manera de comunicar e intentar mejorarla día a día. Consiste en ser amable, apreciar, valorar, agradecer, escuchar, aceptar, respetar, dialogar, regular tus emociones, emplear un tono de voz y una comunicación no verbal adecuada, manejar correctamente los silencios, ser asertivo, reformular la manera en que dices las cosas y utilizar palabras y expresiones positivas.

¿Cómo hablar en positivo?

Necesitarás compromiso, voluntad y deseo de cambiar, tener autoconsciencia, escucharte y apostar por mejorar. Esos son los primeros pasos para optimizar tus habilidades comunicativas.

Ejemplos de lenguaje positivo: consejos para hablar en positivo

  1. Reflexiona antes de hablar: No digas lo primero que se te pase por la cabeza, respira, tómate tu tiempo, y recuerda que para comunicar de manera positiva debes tomar cierta distancia de tu estado emocional y pensar en qué huella quieres dejar en los demás. Estar enfadado, indignado o frustrado no es el mejor escenario para mantener una conversación difícil. Sé consciente de tus emociones, regúlalas y piensa antes de hablar.
  2. Elimina la queja o redúcela a su mínima expresión, quejarse constantemente pasa factura, aunque no te des cuenta. Quejarse no es gratis, el precio: tu energía. Y puede que tus relaciones personales. A nadie le gusta estar rodeado de quejas, la queja te hace menos atractivo-a para los demás, promueve emociones negativas y genera rechazo. Y, además, bloquea tus mejores recursos (atención, concentración, pensamiento, toma de decisiones, rendimiento, creatividad, incluso tu salud.)
  3. Evita los tópicos y las frases hechas, especialmente las de resignación, desesperanza y victimismo. Frases del tipo: “Está todo fatal”, “es imposible”, “es lo que hay”, “esforzarse no sirve para nada”, “no hay futuro”, “qué egoísta es la gente”, etc. Sustitúyelas por frases más optimistas: “creo en las personas”, “hay mucha bondad en el mundo y seres humanos que ayudan a otros”, “siempre hay una oportunidad de mejorar”, “confío en mi (ti)”, “todos tenemos virtudes”, etc. Estos mensajes mejoran nuestra compasión y hacen que nos sintamos más reconfortados.
  4. Utiliza palabras positivas (“amor”, “entusiasmo”, “alegría”, “ilusión”, “proyectos”, “sueños”, “generosidad”, “humanidad”, “sonreír”, “deseo”). Hay estudios que demuestran que el uso de estas palabras, especialmente las de alta activación, mejora nuestra salud y promueve una mayor longevidad. Hablar en positivo alarga la vida, ¿no es increíble?
  5. Emplea verbos amableste invito a”, “te ofrezco”, “te ayudo”, “comparto contigo” y verbos que inspirenaportar, aprender, descubrir, explorar…”
  6. Evita los términos absolutos (“nunca”, “siempre”, “todos”, “nadie”,) y sustitúyelos por términos relativos (“en ocasiones”, “parece que”, “en mi opinión”, “la mayoría”…) Generalizar hace tu discurso rígido y provoca desconexión por parte del otro. Hablar es tender puentes, no construir muros.
  7. Evita las palabras negativas (“odio”, “guerra”, “pésimo”, “fracaso”, “desastre”…). Estas palabras te generan emociones negativas. A veces son inevitables, dosifica.
  8. Utiliza la palabra todavía: “No sé hablar inglés, todavía” “no lo he logrado, todavía” ¿Quiere decir esto que lo voy a lograr? No. Pero pone el foco en el comienzo, el esfuerzo y la constancia, en los pequeños avances y favorece la mentalidad de crecimiento, promoviendo la mirada hacia el logro, te brinda la posibilidad del comienzo.
  9. Sustituye el no: el cerebro reacciona más rápido al no que al sí, activando el cortisol, la hormona del estrés. Elige fórmulas que eviten decir NO. En lugar de decir “No soy bueno en matemáticas“, di mejor: “, “Estoy aprendiendo / necesito ayuda para …“.
  10. Cambia el “no puedo” por “encontraré la manera”, “si otros pueden yo también puedo”, “me supone un esfuerzo”, “tengo otras prioridades”, etc.
  11. Aprecia, valora, expresa lo positivo. Practica al agradecimiento, es un potente recurso para generar emociones positivas. Elogiar más y criticar menos.
  12. Sé compasivo-a y respetuoso con los demás. Evita la crítica, no etiquetes, ni culpes, expresa con tacto los desacuerdos o diferentes puntos de vista. Ponte en el lugar del otro, con empatía.
  13. Sé autocompasivo-a. No decirnos lo que no le diríamos a nuestro mejor amigo. A veces somos demasiado exigentes con nosotros mismos, recuerda que eres humano y que puedes cometer errores.
  14. Interésate por los demás, haz preguntas abiertas que no se puedan responder con sí o no. ¿Cómo te sientes? ¿Qué opción es la mejor para ti? ¿Qué opinas? Descubre muchas más en nuestro artículo de cómo conectar con los demás.
  15. Sé honesto-a y auténtico-a en tu comunicación, no mientas, acompaña tus palabras con tu comunicación no verbal, mira a los ojos, acomoda tu postura hacia el otro, conecta, escucha, permite el silencio.
  16. Diseña unescudo protector imaginario” que te proteja y ayude a detectar los mensajes negativos que nos rodean, pues nos afectan.

Beneficios de hablar en positivo ¿por qué merece la pena hablar en positivo?

Puesto que podemos elegir nuestras palabras y las palabras generan emociones, merece la pena (o merece la alegría) utilizar el lenguaje a nuestro favor. Las palabras protegen nuestros sueños y mejoran nuestras relaciones, tienen un efecto en los demás y también influyen en nuestra salud y autoestima.

Utilizar palabras y expresiones positivas nos llena de entusiasmo, optimismo y esperanza.

Hablar en positivo te ayuda a colorear y enriquecer tu vida, promueve emociones positivas, favorece las relaciones, mejora tu salud, nos conecta con lo mejor de nosotros mismos y de los demás, mejora tus recursos cognitivos (atención, concentración, resolución de conflictos, pensamiento crítico, creatividad, planificación…) pone el foco en lo positivo, te invita a imaginar, innovar, reflexionar y conectar.

Porque el mundo, tú, yo, nosotros, necesitamos de un lenguaje apreciativo, valorativo y positivo, hablar en positivo es un regalo que te haces primero a ti mismo, y después a los demás.

 

¿Qué te ha parecido el artículo? Espero que te haya gustado y estos consejos te sirvan de ahora en adelante. Y si lo deseas, también puedes apuntarte a mi taller de lenguaje positivo, si tienes alguna duda, ponte en contacto sin compromiso.

Neus González

Mi nombre es Neus González. Soy mamá y emprendedora, apasionada de la vida y del aprendizaje, muy curiosa y optimista por naturaleza, siempre veo el lado positivo de las cosas. Mis áreas de especialización son la inteligencia emocional, emociones positivas, fortalezas personales, optimismo, motivación, asertividad, autoestima, bienestar, felicidad y mucho más.

Licenciaturas y máster:

  • Licenciada en Psicología por la Universitat de Barcelona.
  • Máster en Inteligencia Emocional por la Universidad de Málaga. Laboratorio de emociones.
  • Máster en Psicología positiva aplicada (MAPPA). Universitat Jaume I.
  • Miembro de: Colegio Oficial Psicólogos Andalucía Oriental. Psicóloga colegiada.

Por donde pases deja huellas, no cicatrices